martes, 26 de abril de 2011

Reflexion y opinion sobre la obra de Nan Goldin.





Nan Goldin nació en Washington en 1953 y creció en Boston. A los 18 años empezó a fotografiar a su familia, diseminada por Nueva York, Boston, Londres y Berlín. Vivió en Nueva York hasta 1978. La balada de la dependencia sexual es un diario íntimo de imágenes urbanas donde retrata amigos, familia y amantes. Es también una novela o un retrato de la vida bohemia y sexual de los ‘80. Se publicó por primera vez en 1986 y fue constantemente reeditado, también en formato multimedia. Muchas de las personas retratadas murieron, víctimas del consumo de drogas o de HIV.

Elegí esta foto de Nan Goldin sobre todo por el contexto en el que se encuentra: The Balad of Sexual Dependency es uno de mis libros de fotos favoritos. Es un libro que recorre todos los estados de ánimo, todas las emociones de las relaciones, en el marco de una generación que fue golpeada por el sida. Eso es lo que se ve, más allá de que sean los amigos de Goldin de tal lugar o con determinado estilo de vida.

En particular lo que más me gusta de Picnic… es ese instante de felicidad total y absoluta que atrapa. Es una foto simple, que no tiene otra pretensión que ser una fotografía. Es notable la capacidad que tiene Goldin para retratar los acontecimientos; esa cámara que tiene como incorporada al cuerpo y que le permite retratar así a sus amigos, su familia. Ellos contaban que no se daban cuenta cuando ella sacaba las fotos de tan incorporado que tenían el hecho de ser fotografiados. Por eso no está en ningún momento la mirada del voyeur.

Veo esta foto y me hace sentir ese instante de felicidad. Es muy táctil: la luz, el calor de la tardecita, los colores, esa torta que comen que debe estar muy rica. No hay algo puntual, es todo: el clima, ese instante, esa risa. Es como que llegué tarde y no escuché el chiste pero igual me río. Esa es la sensación. Estás afuera pero compartís el momento…

La foto también me hace acordar al tema Perfect Day de Lou Reed. Es ideal para mirarla escuchando ese tema. De hecho, uno de los primeros trabajos de Nan Goldin fue un audiovisual con música de la Velvet. Ellos estaban conectados temporal y geográficamente. Goldin fue furor en los años ‘90, acá y en todo el mundo. Pegó mucho su estilo. The Balad… fue lo primero que vi de ella. Fue un regalo y una buena manera de empezar a conocerla. En mis fotos nunca hay personas.

Las fotos de Nan Goldin parecen estar sacadas por cualquiera. Es una estética de fotoaficionado, la misma que se puede encontrar en cualquier álbum familiar. Sólo que en un álbum familiar uno no pone la foto en la que aparece golpeado. Pero ella incorpora todo: como esa foto que se saca a sí misma, mostrando en la cara las marcas de los golpes de un hombre. The Balad… es un diario íntimo con formato de álbum de fotos. Están todos los recuerdos (no sólo los mejores) y todas las emociones: el amor, el odio, la violencia, la felicidad, la depresión. Hay una estética de la violencia pero siempre hay también una esperanza. Es probable que Picnic… sea la foto más feliz del libro.

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